Nombre vulgar: ALGARROBO

Nombre científico: Prosopis chilensis (Mol. Stuntz  emend. Burk).

Familia: Fabaceae.

Distribución: Desde la provincia de Copiapó (III región) hasta la provincia de Colchagua, río Tinguiririca (VI región). Es especialmente abundante en el área norte de la cuenca de Santiago, desde el pie de la cordillera de los Andes hasta la cordillera de la Costa. Además, se encuentra en el sur de Perú, Bolivia y noroeste de Argentina.

Hábitat: Crece en suelos pobres, planos y de poca pendiente. Es una especie adaptada a intensa radiación solar y a gran luminosidad, característica de un clima semiárido. Forma bosques puros de relativa consideración denominados “algarrobales”.

Origen: Chile, Perú, Bolivia y Argentina

Estado de conservación: “Vulnerable”.

Descripción botánica: Árbol de hasta 10m de alto, copa esférica. Tronco de corteza café rojiza surcada longitudinalmente, fácilmente desprendible, a menudo entre sus pliegues existe un líquido de consistencia de alquitrán. Ramas flexibles, arqueadas, con espinas blanquecinas de hasta 6 cm de largo. Hojas caducas, compuestas, bipinadas, foliolos, ciliados en sus márgenes. Flores hermafroditas, de 4-6 mm de largo, cortamente pedunculadas, cáliz campanulado, corola formada por 5 pétalos libres, vellosos en su parte superior interna; 10 estambres considerablemente grandes respecto a la flor. Fruto una legumbre indehiscente, semillas cafés-amarillentas, elíptico-ovaladas.

Floración: De Octubre a Diciembre.

Fructificación: De Febrero a Marzo.

Reproducción: Por semillas.

Usos: Su madera es dura y resistente a la pudrición, se utiliza como combustible y en algunas estructuras de construcción. Las hojas se usan como forraje para los animales.

Requerimientos ecológicos y manejo (aspectos sanitarios): Crece en suelos planos y pobres, con alta exposición a la radiación solar. Forma bosques puros denominados “algarrobales”, a veces mezclados con algunos ejemplares medianos de Acacia caven.